La mayoría de los productos de consumo masivo cuentan con un período de vida útil el cuál se indica a través de una fecha de caducidad. Y en el vapeo pasa lo mismo. Aunque pareciera que los consumibles de tu cigarrillo electrónico nunca se “echan a perder”, éstos si cuentan con una fecha máxima de consumo.

Todos los usuarios y amantes del vapeo deben de saber que cada e-liquid o líquido para cigarro electrónico viene con una fecha de caducidad o de expiración impresa.

Y esta fecha impresa es una obligación impuesta por normativas que normalmente abarcan los dos años desde su fabricación. Y esto sucede por el uso de componentes de uso alimentario, como el aroma. Aún así, esto no significa que el líquido ya no pueda usarse después de esta fecha.

Los eliquids han sido creados con la intención de ser vaporizados, por lo mismo, el propyleneglycol es parte importante de sus componentes. Y la fecha de consumo preferente no afecta ninguna de sus propiedades. Como comentamos, el aroma es el único componente que pudiese ver afectado y lo podrás notar al detectar que su intensidad disminuye.

También, vale la pena recalcar que los eliquids son microbiológicamente estables. Por lo que es menos probable que el producto reaccione con su entorno y en consecuencia sea más duradero. Aún así, la fecha de caducidad debe de verse como un indicador de calidad y no como una medida de seguridad.

Para que tus eliquids duren el mayor tiempo posible, es necesario que éstos sean almacenados de manera correcta y que evites exponerlos a la luz solar, la cuál podría dañarlos.

Las claves para detectar que tu líquido puede estar dañado son: el color, al notar cambios ligeros debido a la oxidación. La consistencia, la cuál es consecuencia de la separación de los líquidos. El olor y el sabor, los cuáles se irán degradando con el paso del tiempo. También el sentido común te puede ayudar a detectar cuándo tus líquidos ya no estén en buen estado.