Los cigarrillos electrónicos o vaporizadores son una serie de dispositivos que llegaron a cambiar los hábitos de consumo de los usuarios. Y esta innovación, ha llegado para quedarse. Si bien en el mercado hay un sinfín de opciones para vapear, es muy común que llegues a escuchar los términos de vaporizadores o vapes recargables y/ o desechables.

Si eres un usuarios relativamente nuevo, puede que la diferencia entre ambos términos te resulte confusa. Pero si eres un usuario más experimentado, probablemente ya puedas encontrar las diferencias. Cualquiera de los dos casos, nunca está de más conocer cuáles son las características de cada dispositivo.

¿Qué son los vape recargables?

Los vape recargables o cigarrillos electrónicos recargables, son los dispositivos más populares o tradicionales en el mercado. Son aquellos dispositivos que entre todas sus partes, cuentan con un tanque que permite llenarlo de líquido para vapeo y si éste llega a terminarse, pueda recargarse sin necesidad de desechar el dispositivo.

Los vaporizadores con sistema de tanque tradicional, son los primeros dispositivos que aparecieron en el mercado y que han evolucionado a un sinfín de formas. Un sistema con tanque también puede ser conocido como MOD o POD, pero las dimensiones de cada uno de ellos puede variar de acuerdo al modelo y la marca.

¿Qué son los vaporizadores desechables?

Los cigarrillos electrónicos desechables son aquellos dispositivos de uso único, los cuales pueden ser desechados una vez que la carga de líquido que tienen en su interior se termina. Este tipo de dispositivos nacieron con el objetivo de facilitar el proceso de llenado de tanque y son una excelente opción para aquellos usuarios que van iniciando o viajan mucho.

¿Cuál es la principal diferencia?

Como ya te habrás dado cuenta, la diferencia principal entre ambos tipos de dispositivos es el tanque que traen. Si bien en uno de ellos es posible recargar un sinfín de veces el líquido para vapeo, en el otro el líquido para vapeo ya viene en su interior y es imposible volver a cargarlo (en la mayoría de los casos) por lo que el dispositivo puede ser desechado.

Ambos dispositivos tienen sus pros y sus contras, pero como todo en el vapeo, el gusto se rompe en géneros, y tú, ¿cuál prefieres?