A medida que el vapeo se ha popularizado, también han surgido muchos mitos alrededor de esta práctica. 

Algunos de ellos han generado confusión y desinformación, pero con el inicio de un nuevo año, es hora de dejarlos atrás. 

Aquí desmentimos cinco de los mitos más comunes.

1. “El vapeo es tan dañino como fumar cigarrillos tradicionales”
Falso. Aunque el vapeo no está completamente libre de riesgos, investigaciones han demostrado que es significativamente menos dañino que fumar tabaco, ya que elimina la combustión, responsable de la mayoría de las toxinas del cigarro

2. “El vapeo causa los mismos problemas respiratorios que el cigarro”
No es correcto. Los estudios sugieren que los vapeadores experimentan menos daño pulmonar que los fumadores. Sin embargo, es importante usar dispositivos y líquidos regulados para minimizar riesgos asociados

3. “El vapeo es una puerta de entrada al cigarro tradicional”
Este es uno de los mitos más difundidos. La evidencia no respalda esta afirmación; de hecho, muchas personas usan el vapeo como herramienta para dejar de fumar. En su mayoría, quienes comienzan a vapear ya eran fumadores previos

4. “El vapeo es igual de adictivo”
Falso. Aunque los líquidos con nicotina pueden generar dependencia, el vapeo permite ajustar los niveles de nicotina e incluso eliminarla por completo, algo imposible con los cigarrillos tradicionales.

5. “Los líquidos electrónicos contienen químicos desconocidos”
Los líquidos de marcas certificadas tienen ingredientes claros y regulados: propilenglicol, glicerina vegetal, saborizantes y, opcionalmente, nicotina. La clave está en adquirir productos de calidad

El vapeo, cuando se practica de manera responsable, puede ser una herramienta efectiva para dejar de fumar o disfrutar de una alternativa menos dañina. 

Siempre prioriza la calidad y la información verificada.