Los Cigarros Electrónicos o vaporizadores desechables son una de las recientes incorporaciones al mundo del vapeo. Si bien, todavía no los has probado, seguramente los has escuchado o leído en los sitios o comunidades especializadas en el vaping.

La funcionalidad de los vapers o ecigarettes tradicionales se puede resumir si los comparamos con una serie "contenedores" de líquidos que vienen equipados con una resistencia y batería que permiten la generación del vapor.

Si bien su funcionalidad pareciera simple, en el uso es donde muchas personas pueden sentir “pesado” el estar rellenando estos contenedores y estar cambiando las piezas necesarias para que puedan funcionar de manera correcta.

Y bajo esta premisa, nacieron los cigarros electrónicos desechables.

Lo que se conoce hoy en día como un cigarro electrónico desechable son vaporizadores que ya vienen cargados con el líquido necesario y que están listos para ser utilizados desde el primer instante en que los adquiriste.

Un cigarro electrónico equivale a 400 caladas o 40 cigarrillos tradicionales en promedio. Son muy ligeros y prácticos lo cual los convierte en un accesorio ideal para las personas que salen mucho de viaje o que carecen de mucho tiempo ara dar mantenimiento a sus dispositivos.

Otra de las grandes ventajas de los cigarros electrónicos desechables que su precio suele ser mucho más bajo si lo comparamos con los equipos tradicionales. Lo cual, conlleva en el mediano o largo plazo a un fuerte ahorro.

Este tipo de dispositivos es ideal para usuarios nuevos o personas que están buscando dejar de fumar ya que su facilidad de uso previene que caigas en tentaciones tan fácilmente. Una vez que lo compras lo puedes usar y desechar cuando lo terminas.

Si bien, muchas personas han encontrado en los cigarros electrónicos una excelente opción, estos no son ideales para usuarios avanzados o que desean una experiencia de vapeo más personalizada ya que es imposible cambiar o mejorar sus partes.

Y tú, ¿cuál prefieres?