¿Fumar o vapear? ¿Qué es mejor? Estas y otras son solo algunas de las preguntas que rondan en la cabeza de cualquier usuario que desea dejar de fumar y ha pensado en el vapeo como una alternativa para dejar de lado el cigarrillo tradicional.

Y es que en “apariencia” el fumar y vapear pareciera que son la misma cosa. Inhalas y sueltas una nube de humo o vapor. Pero hay ciertas diferencias que hacen que el vapeo sea mucho más seguro que el cigarro.

Las diferencias entre vapear y fumar

Para empezar, podemos destacar que en el vapeo no existe el famoso proceso de combustión. El encargado de que en el cigarrillo tradicional aparezcan sustancias nocivas para tu organismo. Si no lo sabías, el peligro más grande en el cigarrillo tradicional no es la nicotina ni el tabaco, sino el “quemar” ciertos des sus ingredientes lo cual da pie a que aparezcan sustancias peligrosas para el cuerpo.

Todo lo contrario en el vapeo. En el vapeo no existe ningún proceso de combustión. Más bien, el vapeo funciona a través del calentamiento de líquidos lo cual genera las famosas nubes de vapor que posteriormente se exhalarán del mismo modo que en el cigarrillo tradicional. Si te fijas, acá en este proceso no aparecen ni se crean sustancias adicionales que representen algún peligro para tu salud.

También, cabe resaltar que en el vapeo los líquidos tienen una serie de componentes que no son dañinos para tu salud. Siempre y cuando sean líquidos oficiales y de marcas reconocidas, o bien, que hayan sido creados bajo procesos de alquimia de alta calidad y de confianza.

Si bien existe mucha desinformación alrededor del vapeo, como te habrás dado cuenta, hay una gran diferencia que hace que el cigarrillo tradicional sea peligroso.

Y tú, ¿ya vapeas?